Raíces de las apariciones en carretera.

Paleolítico.

Hace 10.000 años: El paleolítico fue el periodo en el que se formó evolutivamente el ser humano moderno (con sus capacidades cognitivas) y se dieron las condiciones medioambientales necesarias para su desarrollo.
Las propiedades de un lenguaje con características humanas ofrecen muchas posibilidades que van a mejorar la conducta y las relaciones. Además de la simple comunicación o intercambio de ideas posibilitaba el clasificar la realidad en planos inaccesibles a la especie sin el uso de códigos apropiados; permite describir lo real y lo posible, hasta límites que no serían factibles con otros métodos de representación; y la comunicación lo consigue, definiendo así un plano reflexivo y de autoconciencia. También ofrece la posibilidad de realizar procesos deductivos complejos. Con ello se logra el desarrollo de una propiedad cognitiva propia del ser humano, como es la gran reflexividad que le caracteriza. Todas estas capacidades cognitivas pueden desarrollarse de una forma mucho más rápida y efectiva gracias a las cualidades que el lenguaje ofrece.



Ya tenemos un lenguaje, que nos permitió explicar nuestro día de caza, por donde pudimos cruzar o no el río. Hablar de aquellas luces en el cielo, describir el rugido del oso cavernario, o aquella sombra en la pradera, que nos recordó al anciano recientemente fallecido y que parecía que nos llamaba.
En esta época los humanos vivían en cuevas o en cabañas. Eran nómadas, que se desplazaban con las manadas, buscando alimentos y refugio. Solían asentarse cerca de ríos o lagos, así obtenían agua, vegetales que crecían cerca, y cazaban los animales que se acercaban a beber.

Neolítico.


Hacia el año 5000.ac Cuando dejamos de ir por el mundo, siguiendo las manadas de mamuts, nos hicimos sedentarios.
En los años siguientes a la sedentarización llego la invención de la agricultura y de la ganadería, que se inició hace 12.000 años, se vio acompañada de la aparición de los primeros poblados estables y los intercambios a larga distancia, pero también se hizo otro gran descubrimiento, quizás el mejor de todos “el ocio” viviendo en núcleos protegidos y cómodos, se socializaría mas, tendrían sus celebraciones o simple tertulias entre vecinos o familiares donde se contarían historias de viajes a otros asentamientos, aventuras reales o imaginarias. Seguramente aquí comenzaron los cuentos y las leyendas.


Se calcula que por aquel entonces la población mundial seria de unos 8 millones de personas.
Es indudable que las comunidades practicaban algún tipo de culto religioso, pues los numerosos túmulos, montículos y plataformas ceremoniales que abundan de este período lo demuestran. 
Posiblemente reverenciaban a las fuerzas y elementos de la naturaleza, así como a aquellos animales que los impresionaban con su apariencia, atributos o poder y a los que por tanto, representaban frecuentemente en la decoración de sus útiles.
También rendían culto a los muertos, pues los entierros muestran la existencia de prácticas ceremoniales. Es probable que creyeran en la existencia de una vida ultraterrena y en la posibilidad de que los muertos regresaran a perturbar a sus familiares, pues se han encontrado entierros en los que se había colocado pesadas piedras sobre el cadáver o atravesado con estacas para inmovilizarlo y así evitar que salga de la tumba.

Edad antigua.

La primera "aparición de carretera” que hay constancia esta en la Biblia y sigue los parámetros típicos. Narra la historia de un Etíope que se encuentra con el Apóstol Felipe.
Lo resumiré, que se hace un poco largo.
En el  pasaje de los Hechos de los apóstoles (8,26-40). En el que el ángel del Señor le dice a san Felipe que se dirija a Gaza. En el camino, el apóstol encuentra a un eunuco etíope, negro por tanto, que de vuelta de su peregrinación a Jerusalén va leyendo en su carruaje las profecías de Isaías (Is 56,3-8). El hombre no las entiende, el apóstol se las explica y el eunuco se convierte. Tras el bautizo, que tiene lugar de inmediato, al aparecer había cerca un lugar con agua San Felipe desaparece, "arrebatado por el Espíritu".
Hechos 8,26-40 Felipe y el etíope. (resumido)

27-Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,

30-Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?

31-El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.

36-Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?

37-Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.

38-Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.

39-Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.

La Europa pre-cristiana (la cacería de Odin)

Según las leyendas nórdicas, Odín (Wotan para las tribus germánicas), sale a cabalgar por los cielos acompañado de una jauría de perros o lobos salvajes, a la caza de almas que llevarse al Valhalla o según otros a cazar las almas fugitivas del Hel o Helheim ( el infierno para los muertos sin honor) liberadas en el equinoccio de otoño, en la fiesta de Samhain (fin de la cosecha o fin del verano) cuando los días comienza a acortarse, las noches a alargarse, llega el frio, el mal tiempo y comienza a ser desaconsejable andar por los caminos. 


En esta celebración (nuestro día de todos los santos) se diluye la frontera entre vivos y muertos los espíritus vagan libres por la tierra, pasado este tiempo, algunos se niegan a regresar a su lugar de reposo, y han de ser apresados.
La cacería salvaje era vista también como un presagio de alguna catástrofe venidera, como una plaga o una guerra, o, por lo menos, de la muerte de aquel que había observado dicho evento. Las personas que estuvieran en el camino y se toparan con ella podían elegir entre dos opciones: arrojarse al suelo y sentir cómo las gélidas patas de los animales le pisan la espalda, o dejarse llevar por la partida de caza, corriendo el riesgo de ser abandonado lejos de su casa o morir durante la furiosa embestida de los jinetes y pasar a ser otro integrante más de la misma.
Una tradición mantiene que Odín no viajaba por debajo de donde un buey lleva su yugo, por lo que si Odín venia, era más seguro tirarse al suelo para evitar ser cazado.

Quizás Bécquer se inspiro en esta leyenda para su final de "El monte de las animas"
Dicen que después de acaecido este suceso, un cazador extraviado que pasó la noche de difuntos sin poder salir del Monte de las ánimas, y que al otro día, antes de morir, pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito horrible, y, caballeros sobre osamentas de corceles, perseguir como a una fiera a una mujer hermosa, pálida y desmelenada, que con los pies desnudos y sangrientos, y arrojando gritos de horror, daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.

La irlandesa Banshee.

Según la mitología celta, la Banshee es considerada una mensajera del otro mundo. Su nombre significa "mujer de las colinas" y es un espíritu, que, según la leyenda se aparece a los viajeros para anunciar con sus llantos y gritos la muerte de un pariente. 
Son descritas con un aspecto frágil, pero elegante a la vez, con el cabello largo y abundante, y la piel muy pálida.
Suelen llevar un vestido que va desapareciendo en la parte inferior por lo que no se le ven sus piernas, generalmente es de color blanco o gris, colores que se difuminaban cuando pasea en soledad por los caminos. Esto ya se va pareciendo a la chica de la curva.


Hispania.

Siglos mas tarde, con el Imperio Romano y su red de calzadas, estas leyendas llegaron a nuestro país, donde se fueron modificando y adaptando a nuestras costumbres y folclore dando lugar a:

La Santa Compaña en Galicia.
La Estantigua o "Hueste antigua" en Castilla.
La Güestia en Asturias.
En Las Hurdes (Extremadura) Corteju de Genti de Muerti, compuesto por dos jinetes fantasmales.
En León la Estadea y la Hueste de Ánimas.

Mas adelante lo desarrollare.

Edad media.

La dama de blanco es, en las leyendas europeas, un espíritu femenino que viste completamente de ese color y según la tradición oral, se le ve vagar en áreas rurales, generalmente asociada con alguna leyenda local de final trágico. 
Algunos jinetes vieron una chica con ropa blanca, parada a un lado del camino, sin hacer ningún gesto, ni ademan, pero esta se sube al caballo en marcha, cuando se pasa por delante de ella. El jinete se sorprende, cuando le pregunta como lo ha hecho, nota en la espalda su aliento helado  y cuando se gira ya no esta. 

Nota personal.
Hace muchos años, cuando comenzaba con las motos y hacia mis primeros viajes mas o menos largos.
Un amigo me explico...esto siempre pasa, estas historias rara vez te las explican de primera mano, siempre son que le paso a un amigo, a un primo o al vecino del 5º. En fin, a lo que vamos.
Este "amigo", no estoy seguro del nombre, estaba veraneando en Galicia, donde había ido con su Sanglas desde Barcelona (toda una proeza hoy en día). Un anochecer volvía de hacer unos vinos desde una aldea cercana a la suya, cuando circulando por una de aquellas comarcales, vio una señora mayor, vestida de negro, nada raro en esas latitudes, parada al borde de la cuneta. El redujo la velocidad, por precaución y cuando paso a su altura, sintió como se le subía alguien detrás, el se giro, y allí estaba, ella soltó una risotada, el freno de golpe y se fue al suelo sin consecuencias. Y como es lógico la señora  desapareció. El lo achaco al vino, a la imaginación y ahí quedo la cosa.
Algo a su favor: en aquella época no sabíamos nada de las damas blancas, ni de la forma de proceder esta, de subirse a caballos/motos en marcha.
La verdad es que no me había vuelto a acordar de esta anécdota, hasta que no me he metido con esta publicación.


Suecia 1602.

Este relato se encuentra en un manuscrito de 1602 de la biblioteca Linköping titulado "Om the tekn och widunder som föregingo thet liturgiske owäsendet" (Sobre los signos y maravillas que preceden a la litúrgica), de un erudito llamado Joan Petri Klint, que escribió gran parte de los sucesos inexplicables de ese país, fue uno de los primeros escritores sobre lo paranormal.
Este informe supuestamente relatado por un vicario, conocido de Klint, quien afirma que en febrero de 1602 había viajado a la ciudad de Vadstena en trineo junto con tres compañeros, cuando se encontraron con una mujer muy joven, sola en la nieve. La chica parecía mal vestida y perdida en medio de la nada, le ofrecieron llevarla en su trineo, lo cual aceptó con un gesto de asentimiento. Las cosas se pusieron muy raras cuando se detuvieron en una posada para descansar y a la misteriosa joven se le ofreció una jarra de cerveza.
Tan pronto como la bebida fue colocada frente a ella, se convirtió inmediatamente en granos de malta, y otra cerveza colocada allí se transformó repentinamente en bellotas. La tercera y última cerveza fue tocada por esta muchacha y convertida en sangre. La chica, que hasta ese momento no había pronunciado ni una sola palabra, proclamó: “Este año habrá buenas cosechas”. Habrá suficientes frutos en los árboles. También habrá muchas guerras y plagas”, antes de desaparecer ante sus ojos. Fiel a su palabra, el año resultó ser exactamente como ella había profetizado.

 Holanda s.XVIII

En el siglo XVIII  se comenzó a utilizar mas asiduamente el carruaje. Los viajeros se encontraban a una mujer vagando por los caminos, cuando la recogían, esta,una vez acomodada en el interior comenzaba a lanzar predicciones, para terminar arrancándose la cabeza, desapareciendo y dejando algún muerto por infarto/impresión/shock, como queráis llamarlo. Era conocida como la dama de Hegth.
En holandés las palabras "wieven witte" y "wittewijven" significan "mujeres blancas". Eran los espíritus de las mujeres que murieron de dolor después de que sus hombres les habían sido infieles . Vivían en la bruma y de noche salían a los caminos, para atormentar a los hombres que eran desleales con sus parejas.


El color blanco.

El significado del color blanco en el luto, es la ausencia de color, que como la muerte es la ausencia de vida. Los trajes de luto blancos no son de un blanco radiante o brillante, sino mates. Al igual que el luto negro, el luto blanco expresa la renuncia a la expresión personal de quién lo lleva, y es el más coherente con la idea religiosa de la reencarnación, que considera que la muerte no es una despedida definitiva del mundo, sino un tránsito a una nueva vida.
(Técnicamente el blanco no es la ausencia de color, sino la suma de todos).

España.

En 1957 apareció el Seat 600 que supuso la generalización del uso del automóvil, de manera que ya no es un  objeto de lujo reservado para los más ricos. De este modo, las familias de nivel medio pueden acceder al vehículo, lo que significará sin duda un importante cambio sociológico. 


Surgen otras empresas como Fasa-Renault, Citroën, Land Rover Santana, Barreiros, Ebro, Saba y DKW. Como resultado de la producción de estas firmas y de algunas importaciones, entre 1950 y 1960 el número de turismos se triplicó y el de camiones se duplicó.
Pero las carreteras seguían, y todavía lo hacen hoy en día, el trazado de las antiguas calzadas romanas.


España era todavía un país muy subdesarrollado, la España profunda, estaba abandonada y muchas leyendas eran creídas a "pie juntillas"
Vamos a desgranar las arriba citadas.

Galicia: a Santa Compaña.

El folclorista Xesús Rodríguez López en su libro de 1895, Supersticiones de Galicia, la define del siguiente modo:
"La compaña es la reunión de almas del Purgatorio para un fin determinado. A las doce de la noche se levantan los difuntos, salen en procesión por la puerta principal, del cementerio ,una persona viva va delante con la cruz, y no puede, bajo ningún pretexto, volver la cabeza. Cada difunto lleva una luz que no se ve, pero se percibe claramente el olor de la cera que arde. La comitiva tampoco se ve, pero se percibe el airecillo que produce su paso. El desgraciado director solo puede dispensarse de tan tétrico cometido encontrando a otra persona y entregándole la cruz y el caldero, antes de que haga un círculo en la tierra, con lo cual queda libre de dirigir la compaña".
A Santa Compaña esta compuesta por entre seis y doce integrantes, aunque hay escritos que hablan de procesiones de mas de cincuenta. Siempre se aparece por caminos alejados de los pueblos y de noche. Hay señales que avisan de su proximidad. De repente se hace el silencio en el monte, aparece un tenue olor a cera y se escucha el murmullo de las oraciones, normalmente van rezando el rosario o el padre nuestro, pero muy tenue, palabras sueltas traídas por el viento. Y el leve tintineo de una campanilla
La forma mas sencilla es hacer un circulo en el suelo, arrodillarte dentro cerrando los ojos y no mirarlos, no hablar con ellos y no coger nada de lo que te den.
Otra táctica que da un resultado muy bueno, es salir corriendo a todo lo que puedas...en sentido contrario, claro.

La persona viva que encabeza la procesión, que puede ser hombre o mujer dependiendo si la parroquia a la que pertenecen esta consagrada a santo o santa, intentara daros la cruz, para el liberarse y pasaros el "marrón" a vosotros.
La persona que encabeza la procesión no recuerda durante el día lo ocurrido en la noche, (¿proyección astral?) se puede reconocer a las personas penadas con este castigo por su delgadez y palidez. No se les permite descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea llevado y lo releve.
Hay personas que pueden ver la Santa Compaña sin peligro, eso ocurre porque en el momento del bautizo el cura se equivoco y los ungió con el aceite que se utiliza en la extremaunción en vez del bautismal.

Castilla: La Estantigua o "Hueste Antigua"

La Estantigua o "Hueste antigua" es citada por el clérigo Gonzalo de Berceo en el vigesimoquinto y último de sus Milagros de Nuestra Señora que tiene por protagonista a un popular personaje de la Edad Media, un clérigo despechado que recurre a un judío amigo de hechicerías ("sabía él cosa mala, toda alevosía, / ca con la uest antigua avía su cofradía"). Este judío le aconsejó que, para conseguir el puesto que se le había negado, llamara a su puerta de noche, donde la procesión ("gente ya aquedada") le estaba esperando. Allí vio a poco de hora, venir muy grandes gentes / con ciriales en manos e con cirios ardientes / con su rey emedio, feos e non luzientes.
El judío le advirtió que no se santiguara. Ese rey era el demonio, que le hizo firmar un pacto a cambio de su alma. Pierde su sombra y adquiere una palidez mortal. Pero su arrepentimiento y la intercesión de la Virgen lo libran del Infierno. En el siglo XVII, "La picara Justina" (1605) alude al mito:A lo mejor de mi miradura entró gran tropa de canónigos vestidos de blanco, las camisas sobre el sayo, que iban entrando al coro por diferentes puertas; yo, como era la primera vez que vi cosa semejante, pensé que era la hueste...


La Estantigua se transformó poco a poco, sin embargo, en un término genérico para designar a la aparición nocturna de un fantasma, y así lo recogen lexicógrafos como Sebastian de Covarrubias y otros autores. Francisco de Quevedo por ejemplo, llama Estantigua a un personaje misterioso, que cubre su cara con la capa y va vestido de luto en su obra Historia de la vida del Buscón.
En si la “Estantigua” consistiría en la reunión de un grupo de amigos y conocidos de un moribundo, que se congregan al objeto de dar vueltas (encapuchados) alrededor de la casa del enfermo terminal, hasta que este fallece.
Ya se que no tiene mucho que ver con las raíces de las apariciones en carretera, pero eso tampoco es motivo para dejar esta leyenda de lado, teniendo todas ellas las mismas fuentes.

 Asturias: La Güestia.

La Güestia es un cortejo de almas en pena, por lo mezquino de sus vidas, vagan eternamente portando  huesos humanos encendidos a modo de cirios, para alumbrarse, y se cubren con sudarios blancos. Es una procesión nocturna, en doble fila.
Quién veía a La Güestia iba a morir a los días siguientes menos algunos privilegiados "Los Vedorios"· que podían verla sin morir y podían pronosticar la muerte de algún vecino.
El poder de "Los Vedorios" era heredado o lo tomaban en el bautizo por bautizarlos con los óleos de ungir a los muertos o llevar el cura la estola negra del Jueves Santo.
También es habitual verles rondar el atrio de las iglesias gimoteando y el que va abriendo el cortejo toca en silencio una campana fúnebre.
Estas procesiones salen de los cementerios para ir a visitar a las personas próximas a morir, mientras caminan van tocando una campanilla y cantando una salmodia ininteligible.


Se pueden transformar en animales, o en piedras, por lo que no es conveniente darle patadas a éstas....A veces están en puertas y ventanas, por lo que no es bueno, cerrarlas violentamente. Si suenan solas las campanas de la iglesia, es que alguien falleció. Entonces los Vaqueiros (pastores de vacuno trashumantes, con una historia muy interesante) encienden velas en las ventanas de la casa, para que el alma del muerto vea y sepa por donde va.

Versos de los componentes de la Güestia:
Cuando nós éramos vivos
andábamos a estos figos, (higos)
y ahora que somos muertos
andamos por éstos huertos.
¡ Andar, andar,
                                          hasta el tueru de la figar!!! (hasta el tronco de la higuera)

Cuando en la aldea hay un moribundo, acuden a la caída de la noche portando un ataúd. Al llegar a la casa del enfermo con mala conciencia de su vida, dan tres vueltas alrededor en completo silencio y al terminar la última, echarse a llorar amargamente, apagando las velas para que el enfermo muera de pena y pase entonces su alma a engrosar las filas de la Güestia, apareciendo entonces su imagen en el ataúd que antes portaban vacío cuatro de los espectros; la ronda suele durar siete noches en las que los vivos sólo escuchan lamentos tristes y lastimeros gemidos
Parece ser que los miembros del cortejo son los espíritus de aquellos que el finado conoció en vida y que viajaron a la última morada antes que él.
La Güestia, por la noche, recorre los caminos tocando una campanilla y entonando cantos fúnebres. Si alguien sale al paso, le da un estacazo y le dicen : "Anda de día, que la noche es mía"
Si algún incauto aceptaba el cirio que le ofrecen, deberá devolverlo en el próximo encuentro o esta condenado a morir en ese año. 

Las Hurdes: Corteju de Genti de Muerti.

Las creencias sobre la muerte y el más allá cobran gran realismo en  Las Hurdes. El cortejo de "Genti de Muerti" permanece en el imaginario colectivo de muchos habitantes de la comarca, sobre todo en el de la gente de mayor edad. 
En la alquería (una pequeña comunidad rural) jurdana de Aceitunilla, concejo de Nuñomoral, se cuenta, en voz no muy alta, cómo, en ciertas ocasiones, al caer la noche, un caballo ricamente enjaezado recorría, misteriosa y tétricamente, las retorcidas callejuelas de la aldea. En la grupa iban dos personajes terroríficos: esqueletos envueltos en vestimentas lujosas, propias de la antigua realeza, con mantos bordados en oro que tapaban las ancas del caballo. Si a alguien se le ocurría preguntarles quiénes eran, siempre respondían lo mismo: "Genti de Muerti".

A veces, son dos los caballos y dos los jinetes. Y refieren algunos lugareños que no era extraño que aquella noche muriese alguien en la alquería o que aquella persona que había tenido la osadía de verlos en algún camino y preguntarles quienes eran, a tan siniestros personajes, falleciese también a los pocos días. Esta leyenda, con otras variantes, se cuenta en otros pueblos jurdanos. Es uno de los muchos relatos míticos que se narran en la comarca de Las Hurdes.

León: la Estadea y la Hueste de Ánimas.

La Estadea.

La Estadea es el espectro mayor de la procesión de almas en pena.
Es una procesión de almas en pena con mantos con capucha blancos, portando velas cada integrante, encabezados por un espectro mayor llamado Estadea, su señor; recogiendo almas de personas vivas y poniéndolas a prueba hasta la muerte, y si aprueban seguirán viviendo.
A media noche por los caminos y aldeas encuentran almas de vivos y las ponen a carga una cruz y un caldero con agua bendita todas las noches hasta que mueren y pasan a ser sirvientes de Estadea. 
La única forma de salvarse es dando su cruz a otra persona, condenándole a pasar por lo mismo.


Mientras el ánima esta a prueba todas las noches, en el día se denota una palidez y cansancio que va aumentando hasta enfermar sin ninguna razón aparente; pero es por Estadea, que los pone a prueba, y no recuerdan nada de lo de las noches.
"Si te encuentran, un circulo debes dibujar, entrar en el tendrás o si no tirarte al suelo; pero te pisarán"
Al menos es mejor que perder tu vida y el alma.

Hueste de Ánimas.

Hay un momento del año el que las ánimas, los espíritus de los paisanos, salen a los caminos. Y es en esa época, el mes de noviembre, o como antaño se conocía en León, el ‘mes de las animas", cuando se concentran una serie de creencias y celebraciones en las que la cultura tradicional recuerda de manera especial a los difuntos. Esa fecha es el uno de noviembre, los límites entre el mundo de los vivos y el otro mundo se diluían y los muertos volvían por unas horas a la tierra para visitar a sus descendientes.
 La primera referencia a este tema en tierras del antiguo reino de León la encontramos en el Auto de los desposorios de Moysen, escrita en Salamanca alrededor de 1570, y donde se cita varias veces a la «mala güeste».

En otra obra literaria, la novela picaresca de principios del siglo XVII "La Pícara Justina", su protagonista describe cómo una tropa de canónigos vestidos de blanco iban entrando por diferentes puertas de la Catedral de León, y que Justina comparó con la «hueste». Esta «güeste» o «hueste», que derivaría de la expresión Hostis Antiqua («el ejército antiguo»), debió de ser inicialmente una tropa de muertos semejante a los ejércitos de guerreros del panteón pagano de los pueblos nórdicos, y que con el cristianismo pasó a convertirse en procesión infernal o de demonios para llegar finalmente a conformar un mito antes común a toda España, el de la estantigua (‘hueste antigua’), descrito como procesión de ánimas en pena, y que ha mantenido en el noroccidente peninsular un singular arraigo, en creencias como la santa compaña en Galicia o la güestia en Asturias.


Todas estas denominaciones aluden a una entidad mitológica formada por una comitiva espectral que se manifiesta ante los vivos por la noche en los caminos y también ante los enfermos moribundos con el fin de anunciar una muerte, o bien para llevarse a alguien al otro mundo. La tradición advierte de lo peligroso que es tratar con estos espectros y apunta algunas claves para evitar que puedan causar mal, por ejemplo, trazando un círculo rápidamente que aísle a la persona viva del contacto con los muertos, pues resulta letal tocar a los espectros; también hay que evitar aceptar nada de esa comitiva. Algunas leyendas destacan la importancia de la mortaja con la que se presentan las ánimas, recalcando que estos hábitos mortuorios con los que se enterraban antes a los difuntos impedían a los condenados entrar en el infierno y quedaban condenados así a vagar por la tierra a la espera de que alguien les pudiera quitar esa vestimenta. 
Resulta curioso cómo estas procesiones de muertos tenían su correspondencia real con el ceremonial que acompañaba al viático o  extremaunción,(sacramento de la eucaristía que se administra a las personas que están próximas a la muerte): el cura acudía a administrar el sacramento acompañado por los vecinos o por los miembros de la cofradía a la que pertenecía, con velas y convocados a toque de campana; esta comitiva estaba precedida por una cruz entre dos faroles y a su paso la gente se arrodillaba. Los vivos se despedían así de su vecino, y las procesiones de ánimas se aparecían para recibirlo entre los muertos.

Epilogo.

Estas son las raíces de las leyendas de apariciones en la carretera, me podría haber extendido mucho mas, pero como solo me quiero dedicar a la Península Ibérica, creo que es suficiente.
La Santa compaña, la Estadea, Hueste de Animas, son muy similares entre ellas, las costumbres de estas provincias son muy parecidas y la distancia geográfica pequeña, de ahí su similitudes. Pero eso también ocurre con todas las historias de "la chica de la curva" y otras leyendas.













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